Era el mejor partido que había visto nunca, se estaba quedando sin aliento de tanto soplar su vuvuzela; se emocionó tanto que olvidó la regla de oro de la vuvuzela y tomó aire a través de la vuvuzela, una gran bocanada para seguir soplando. Los 120 decibelios se le atragantaron y le explotó la cabeza.
Pero eso no le iba a impedir seguir animando a su equipo.
I wish it was real
It would be a mess. Exploding head level mess.