Hay una ley rara en Georgia (Georgia el país, no Georgia el estado americano; que le jodan al estado de Georgia) con los móviles; por ley solo se venden en el país móviles que vibran fuerte, pero fuerte fuerte; vibren mucho más fuerte que cualquier móvil que hayas visto nunca.
No tienen una industria nacional del móvil, utilizan móviles de marcas normales pero con el motorcillo de la vibración muy pasado de vueltas; el móvil tiene el mismo tamaño pero llega a vibrar como una batidora, son motores muy avanzados, muy potentes, auténticos prodigios de la miniaturización.
Todo esto de los móviles con súper vibración empezó porque el gobierno consideró que la vibración normal de un móvil no era suficiente para servir de sistema de aviso; les pareció que esa vibración era apenas útil, que era fácil pasarla por alto. Así que por ley los teléfonos del país tenían que tener un sistema de aviso silencioso potente para asegurar el crecimiento económico del país.
La cosa es que lo de la vibración potente se convirtió en un orgullo nacional y se ha ido exagerando año a año hasta llegar a niveles incompatibles con la vida tal y como la conocemos.
Especialmente entre los jóvenes se ha puesto de moda tener móviles con vibraciones cada vez más potentes, móviles que entran en el bolsillo del pantalón pero vibran como si fueran putas lavadoras; vibraciones que pueden tirar a un niño pequeño al suelo, vibraciones capaces de hacer volcar una moto en marcha. Usan estas vibraciones como forma de competición social, han sustituido las cadenas de oro y los bigotes de chulo-playa por móviles de gran cilindrada; se considera un signo de hombría el llevar el móvil siempre en modo silencioso y ser capaz de aguantar estoicamente las vibraciones de la llamada.
En realidad todo esto de los móviles que vibran fuerte es parte un complot de estados unidos. El plan es llenar Georgia con estos móviles de vibración desfasada para desestabilizar la placa continental asiática y paulatinamente provocar terremotos en Rusia y así debilitar económica y políticamente el país.