Esa pequeña mentira, esa reivindicación de producto artesanal que se esconde detrás de las palabras «elaboración tradicional». Es una cerveza de marca blanca, es una Aurum del Eroski. No hay tradición posible, la gente que hizo la receta aún está viva. Aún están trabajando en la fábrica.
Tampoco está envasada a mano, ni siquiera está en un botellín de cristal; es una lata de puto aluminio, ¿Alguna vez has oído hablar de alguna antigüedad hecha de aluminio? ¿Aluminio en el medievo quizá? ¿Aparece el aluminio en los cuentos infantiles?
Es una pequeña mentira porque en el fondo hay algo de verdad, porque el texto de «elaboración tradicional» es lo único tradicional en la lata; es un texto con caligrafía muy fina, muy de pluma de ganso, caligrafía hecha a mano sobre la lata.
Es tradicional pensar que nuestros productos realizados con super-modernos procesos automatizados y personal completamente ignorante del producto que maquila siguen siendo hechos a mano con amor.
hahahah totalmente!
La gente es tan cínica de creer que una empresa cervecera puede buscar algo que no sea el amor eterno de sus clientes.
Pero esto es marca blanca, juegan con otras reglas, no hay amor en la lata. Solo hay cerveza (y de la mala).
Alcohol sin amor es la perdición