Compras en ZARA una camiseta a un precio razonable y con unas expectativas de calidad bastante altas. El dibujo te gusta, son un montón de palabras sin sentido, muchas de ellas en inglés, todas revueltas y superpuestas hasta hacer el conjunto ilegible.
El típico diseño que no dice nada pero por alguna razón vende.
Una vez en casa te das cuenta de que hay un texto coherente en la camiseta:
Mi nombre es Roger. Naufragué hace dos años en una isla desierta situada al este de Nueva Zelanda. Ruego a quien reciba este mensaje que entre en contacto con mi familia.
Joder, un mensaje de un náufrago estampado en una camiseta, un náufrago que manda mensajes en camisetas pidiendo auxilio. Camisetas de algodón bueno con etiquetas con la talla y las indicaciones para el lavado y planchado.
Amancio Ortega comprando islas del oceáno Pacífico para asegurarse un flujo continuo de diseños nuevos. ZARA lucrándose con el esfuerzo de personas desnutridas y tostadas por el sol.
LA COSA GRIS 
Que cuando el flujo de mensajes disminuya, se obligue a diseñadores de moda a naufragar para mantener la variedad en los diseños.
Que la monodieta de coco y musgo de roca de playa resulte ser clave en el proceso creativo. Que vendan refrescos de esa porquería.