Una agencia de viajes está ofreciendo viajes al extranjero gratis, cualquier viaje, viajes a Japón, a Australia, al puto Perú. No les importa el motivo del viaje ni la estancia; no es un programa para fomentar la emigración o el turismo, ellos ofrecen viajes a cualquier persona, a jóvenes, viejos, a familias enteras incluso.
Los viajes son en tirolina. Han instalado unas tirolinas muy grandes, muy largas, muy altas, hechas con materiales muy avanzados, hechas con restos de transbordadores espaciales y plataformas petrolíferas. La central de tirolinas está en Madrid, es una torre altísima de la que salen docenas de cables de acero en todas direcciones; los destinos están ordenados por pisos, los más cercanos en los pisos bajos, las tirolinas de larga distancia están en los últimos pisos.
Ha sido un proyecto muy caro, han tenido que contratar a ingenieros expertos con experiencia en tendidos de cables de larga distancia pero pese al coste de la estructura es un negocio redondo. Lanzar a gente en tirolina de españa a China es muy barato, solo tienes que subirles y darles un empujón. Les ponen un arnés eh, no están locos; no les mandan a cruzar el planeta agarrándose solo con las manos, eso sería una puta locura.
La otra cara de la empresa es un canal de TDT, un canal 24 horas en el que emiten en directo las caras de los viajeros cuando se lanzan en tirolina. Se lanzan en pelotas por cierto. La gente se sube a la torre, se quita la ropa, se agarra al arnés y se lanzan al otro lado del mundo en tirolina e pelota picada con una cámara grabándoles todo el tiempo.
Es un negocio redondo gracias a los contratos de publicidad, el canal tiene records de audiencia con su programación de 24 horas de gente desnuda colgada de un arnés avanzando muy rápido contra el viento.