Party hard

Desde época sumeria los ricos y poderosos utilizan a los enanos como símbolo de estatus como fiesteros de pro, enanos bailarines, enanos sexuales, enanos camareros; cuantos más enanos más fiesta dicen las matemáticas.

Nada de ésto ha cambiado en el siglo XXI, en Google aparecen más de un millón de resultados si buscas enanos para montar una fiesta, existe todo un mercado basado en la contratación de enanos borrachos vestidos con tangas de colores.
No hay nada como un buen enano para dejar claro que una fiesta se ha ido de las manos.

Enanos volando en jet privado, enanos entrando por la puerta de atrás de la ceremonia de los Oscar, enanos que saben idiomas y se pasan la semana de fiesta en fiesta ganando dinero para mantener a sus familias enanas.y coca

Joder, pasar de los enanos, decidir que los enanos son muy mainstream para ti, que están muy vistos y tú eres especial y necesitas algo mejor para tu fiesta de cumpleaños.

Contratar a un jorobado, contratar a un hombre deforme y torturado para que reparta cocaína y chupitos.

Bichería.

Tabaco crujiente, tabaco hecho con insectos, con insectos vivos; innumerables insectos liados en un cigarrillo bien prieto, patas y antenas diminutas comprimidas entre papel muy fino.
Nadie se ofende porque no hay maltrato animal, no hay especismo, no hay explotación. Hablamos de coger paletadas de bichos repugnantes y meterlos en envases al vacío, bichos que no tienen dignidad ni sistema nervioso. Animales sin voz ni voto, animales paria que están muy por debajo de ti pese a haber tenido millones de años de ventaja y un montón de patas de más.

merkel fumaQue se ponga de moda, que Johnny Depp sea fotografiado encendiendo uno de estos cigarrillos, que lo fume Shakira, que lo fume Merkel; mujeres muy sofisticadas, paradigmas de la liberación de la mujer del siglo XXI con el bolso lleno de bichos retorciéndose.

Joder, fumar una lombriz; fumar un anélido, una alimañana jugosa e ignífuga.

TEMAZOS

Gente que lleva la pasión por la música más allá de lo racional y de lo socialmente aceptable.
No escuchan música como tú y como yo, tienen orejas especiales, orejas que valen su peso en oro y mucho más, orejas de diamante, de coltán; sistemas auditivos que parecen diseñados por relojero suizo.

Ellos no disfrutan la música, ellos la viven con la intensidad  y la dedicación de una misión encomendada por las musas, a la vez un regalo y una responsabilidad con la que cargan.
Como si la música necesitase de alguien especial y ellos hubiesen aceptado dejar la humanidad atrás para vivir entregados a la música; en una escucha muy crítica y meticulosa, escuchando música por ti y por mi, por todos nosotros.

Gente que en los conciertos no baila, no mueve los píes, no sonríe, solo escucha durante horas con la espalda muy recta, los pies muy bien plantados en el suelo y los ojos clavados en el escenario. La mente en blanco, las orejas muy limpias, el oído brillante1 por dentro como el recibidor de un hotel.
Convencidos de que si comportan como una antena pueden experimentar más la música, justificándose con palabrería científica para comportarse como amargados; creando a su alrededor un área de ruido blanco y mal rollo.

Dos personas así en el mismo concierto, compitiendo entre ellos a ver cual de los dos disfruta más de la música. Dos postes humanos ajenos a sus propias vidas, pura reflexión en torno a la música; puños cerrados, labios apretados, miradas de loco, como posando para el cartel de un partido fascista.

Joder, que realmente funcionen de receptores de señal, que la música de verdad mejore gracias a que estén ellos ahí, que de hecho el mejor sitio para escuchar el concierto sea de hecho justo entre estos dos sujetos.

TemazoJoder, colgar una hamaca entre ellos, colgar una hamaca entre dos personas vivas en medio de un concierto. Gozártelas meciéndote durante el concierto aprovechando la fuerza de voluntad de dos desconocidos.


1Limpiarse los oídos con un bastoncillo en el baño de un bar.

Apnea.

?????????????????????????????????????????????????????????Masturbación plenamente introspectiva, sin tocarse, sin mirar, sin oír; buscar el clímax sexual en total aislamiento sensorial, masturbarse como un preso de Guantánamo.
Fuegos artificiales muy potentes explotando dentro de tu cráneo.

Hacer todo esto con el propósito de buscar una masturbación limpia de estímulos externos, libre de anuncios inquietantes, ruidos al otro lado de las paredes o restos de comida sobre la mesa.
Orgasmos autónomos, ajenos a la experiencia humana, para evitar que en tu mente el sexo quede ligado a elementos accidentales y periféricos que puedan condicionar tu futura vida sexual transformándote en un pervertido.

Juegos de niños.

Un juego raro que se ha puesto de moda en los colegios que consiste en juntarse muchos niños para mear todos en el mismo retrete intentando no cruzar los chorros. Hay mucha alarma al respecto, mucha circular de asociaciones de padres de alumnos, mucha alerta sanitaria pese a que es imposible que una enfermedad o infección se transmita meada arriba.
Más allá de la confusión de los padres y profesores está la queja de las limpiadoras que no quieren hacerse cargo de los los charcos de meada, que opinan que lo que deberían de hacer es obligar a los niños a limpiarlo con la lengua.

Los psicólogos no saben qué pensar, no saben si se trata de algún juego juego de temática sexual temprana o si la diversión radica en el tabú del orín; hay muchos factores que analizar, muchas pollas de niño pequeño que intentar obviar para no parecer un puto pedófilo cuando escriben artículos al respecto.

Desde la dirección del colegio han intentado atajar el problema prohibiendo el juego, pero eso solo ha conseguido popularizar el juego gracias al morbo de lo ilegal/clandestino.
Además es una actividad difícil de regular porque no es necesario ningún equipo específico para ello, solo hace falta juntar niños meones en torno a un retrete.
La única forma de identificar a los infractores es atraparles in fraganti mientras mean, pero pocos profesores están dispuestos a participar en redadas en baños infantiles.
Mucha polla de niño guardada a toda prisa dentro del pantalón, mucho pellejo pillado por la cremallera.

Telegramas

Un fenómeno real del que has formado muchas veces en tu vida sin  haberle dado importancia. Es algo que te pasa una vez al año o así, igual más, igual menos;  te puede haber pasado hoy mismo o quizás incluso nunca y no entiendas de qué estoy hablando y creas que me lo estoy inventando todo.
Es un evento muy tangencial, muy difuso, está justo en la línea entre sensación y pensamiento, lejos de la lo que consideramos la mente consciente. .

Estoy hablando de pinchazos, pellizcos, calambres, percepciones de dolor que solo existen durante un instante; estoy hablando de todo eso sucedido al rozar a alguien, al darle la mano, al recibir el cambio en la panadería.
Nada de contactos evidentes, ni choques ni golpes; solo aguijonazos inesperados que sorprenden más de lo que lastiman. Dolor sin rencor, dolor accidental e involuntario por ambas partes; daño no buscado e imposible de ser conseguido a propósito. handa¿Te ha pasado o no? No puedes haber leído hasta aquí con la cabeza aún llena de dudas sobre la existencia o no de este fenómeno. Esto existe y si no lo sabes es porque necesitas vivir más.

Pues que sepas que no es un accidente, no es algo involuntario. Estos roces, estos toques de atención dolorosa son mensajes de insinuación sexual cuyo uso y significado está plenamente consensuado y establecido en la sociedad. Son un símbolo tan consolidado en la cultura occidental como el asentimiento o la sonrisa. No es muy diferente de guiñar un ojo o hacer así con los dedos.

No lo sabías por un conjunto de circunstancias que ni siquiera yo conozco, pero has vivido toda tu vida aislado de la sociedad sin conocer uno de sus más básicos códigos de lenguaje.
Hasta ahora.
Felicidades, ahora tienes nuevas herramientas para afrontar la vida y para comprender por qué todas esas chicas del instituto creían que eras gayego.

Joder, aprender todo esto por ti mismo, sin que te lo explique nadie; hacer un ejercicio de introspección tan intenso que llegues a esta conclusión desarrollando argumentos y evidencia de que tu teoría es real.

Asueto.

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Un señor normal, con una familia normal y un trabajo normal; que durante toda su vida ha tenido una conducta normal pero cuando tiene un puente en el trabajo pasa un día o dos en la ducha.
Solo lo hace cuando tiene varios días libres, no lo hace los fines de semana; los fines de semana los pasa como los señores normales.

No está tan loco de intentar pasar todo su tiempo libre metido en la ducha, sabe que tiene que estar con su familia; de hecho no es que lo sepa, es que quiere, quiere a su familia y quiere pasar tiempo con ellos. Son una familia muy unida salvo cuando él se mete en la ducha para no salir.
Ellos lo aceptan y hablan abiertamente del tema, incluso hicieron obra en el baño para que estuviese más cómodo dentro de la ducha.

El problema es cuando hay visitas y éstas no entienden por qué una persona va a querer pasar 24 horas duchándose; no lo ven bien; creen que quizás sea demasiado tiempo, que tiene que haber algo más que agua caliente cayendo a presión.
No hay nada más, que no entiendan el placer de una ducha caliente no significa que otra gente no pueda disfrutar de ello. No somos quien para cuestionar el disfrute de otros.

Esta es una familia feliz, no vengas a joder la marrana.

Sincronización.

En las oscuras profundidades de los testículos los espermatozoides nadan alegremente. Bueno quizá no estén alegres dadas las penosas condiciones en las que se encuentran, pero el caso es que nadan.
Los espermatozoides son misteriosos, ninguno comprendemos su motivación porque lo único que sabemos de ellos es que nadan de un lado al otro hasta que huelen un óvulo y se lanzan a por él desbocadamente. El resto de su vida la pasan flotando perezosamente chocando unos contra otros, pasando inadvertidos a incluso para sus portadores.

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La cuestión es que hay personas cuyo esperma parece tener una especie rudimentaria de inteligencia manifestada en la forma de movimientos sincronizados de un lado a otro del testículo. De ambos testículos.
No hay mucho espacio, apenas cuatro o cinco centímetros de saco testicular abarrotado de metralla gelatinosa pero aún así consiguen suficiente velocidad como para que la inercia consiga que los testículos inicien un movimiento pendular creciente .

Cojones balanceándose en armonía por el movimiento de los espermatozoides. Hombres que caminan por la calle y notan una sensación extraña dentro de los pantalones. Caras de terror desnudo frente al espejo del armario viendo como sus huevos se mueven por si mismos. Pánico absoluto al intentar cogerlos y notar movimiento dentro. Forcejeos muy delicados intentando mantener las pelotas quietas.
Gente que ya se ha acostumbrado, gente que acepta con resignación que su esperma tiene ideas propias.
Gente que quiere sacarle alguna utilidad a eso, extraer beneficio de un bailecillo testicular.

Joder, un dispositivo para cargar el teléfono móvil aprovechando el balanceo de los cojones. Un mecanismo sencillo, una dinamo adaptada a un péndulo o a un pequeña bobina de hilo; todo un prodigio de la inteligencia humana y su voluntad para llegar más lejos sin temer que se acabe la batería del móvil.

Anno.

Celebrar aniversarios de forma muy selectiva, muy delimitada. Planificar fiestas teniendo en cuenta de forma muy precisa la longitud cartográfica en la que te encuentras. Organizarte con tus amigos para no iniciar la fiesta hasta que se de la señal acordada cronómetro en mano.
Medir metro a metro el espacio que ocupa cada uno para coordinar el estallido de la juerga.

Joder, aplicar esto a tu propio cuerpo y no celebrar tu cumpleaños de forma completa sino teniendo en cuenta las fechas de formación de tus diferentes órganos.

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Alargar tu cumpleaños durante todo el año para dedicar pequeñas parcelas de celebración a tus diferentes órganos. Hacerles regalos. Respirar perfumes delicados para conmemorar la maduración de tus pulmones, recibir masajes celebrando la formación de tu piel, comprarte anillos caros para tus dedos determinando además la fecha exacta del crecimiento de cada uno.