Urgencia papal.

¡Han disparado al papa!

Francisco I no ha tenido ni tiempo de meter la pata y ser acusado de crímenes contra la humanidad y ya ha aparecido un espontáneo para pegarle un tiro. Bueno, un tiro; la verdad es que le han cosido a balazos, le han hecho placaplaca y le han dejado que parece un kebab a medio comer tirado en la calle.

Como es el papa no llaman a una ambulancia normal, no marcan el 112 y esperan; no, llaman a un número privado especial (no lo voy a poner aquí) para que venga su propia ambulancia. La gente como el papa (los ricachones) tiene ambulancias personales mucho mejores que las que nosotros conocemos; no es tan raro ver una, las hay junto al congreso, en la gala de los Oscar pero hay que ser muy importante para tener una personal. El Real Madrid por ejemplo tiene dos de estas ambulancias, una de uso general y otra exclusiva para CR7 en la que aparte del quirófano hay una pequeña boutique de peluquería.

La ambulancia que viene a por el papa no tiene peluquería, Francisco I está muy por encima de esas frivolidades, no es una ambulancia de oro y diamantes; es una ambulancia normal pero llevada por enfermos de Parkinson.
Sí, una ambulancia con un conductor y un equipo médico todos enfermos de Parkinson. Enfermos de Parkinson jóvenes, no un grupo de viejales decrépitos que de pronto han desarrollado Parkinson; no, esto son personas jóvenes tocadas por esa enfermedad de abuelo como le paso a Michael J. Fox. Son jóvenes especialmente elegidos por ser parkinsonians, reclutados y matriculados en la mejor escuela de medicina del planeta. Son putos diamantes encontrados en la playa, pocos jóvenes tienen Parkinsons y aún menos de estos llegan a completar la carrera de medicina. Pero los que lo consiguen se convierten en la tripulación perfecta para una ambulancia.

Solamente un médico parkinsonian es capaz de sincronizar el temblor de sus manos con la vibración de un viaje en ambulancia, solamente un parkinsonian es capaz de operar  a una persona  en marcha ignorando los baches y vaivenes del recorrido. Han estudiado muy duro, han dedicado años de su vida a hacer prácticas médicas en una ambulancia en movimiento porque era el único escenario en el que sus conocimientos de medicina podían ser aplicados; no pueden operar en un quirófano estático, es imposible para ellos, les tiemblan las manos y acabarían haciendo una escabechina. Han sido unos estudios muy caros, la matrícula es gratis para ellos porque necesitamos estas ambulancias para mantener occidente en píe; pero la escuela gasta muchísimo dinero en gasolina haciendo dar vueltas en círculo a ambulancias llenas de jóvenes médicos con Parkinson.

El conductor también tiene Parkinson eh, si no sería totalmente imposible que esto funcionase. Hace falta que la propia ambulancia vaya a ritmo de Parkinson, el conductor ha de ir acompasado con los médicos, todo el equipo de la ambulancia va sincronizado, todo este sistema se basa en el fenómeno llamado the Parkinson Connection descubierta en los años 50 que consiste en la perfecta sincronía en el temblor de todos los parkinsonians.

¿El papa? ¿Que cómo está el papa? Pues espero que muerto.