Biobala

caracol2Lanzar un caracol de un cañonazo, ponerle un casco pequeñito y esperar que la cáscara aguante el impacto. Meter animales dentro de cañones y dispararlos, todo tipo de animales y todo tipo de cañones. Fuego de mortero con tortugas de caparazón afilado por ejemplo. Tortugas de las pequeñas, de las de terrario; pequeñas para que se metan en la herida y hagan daño desde dentro. Tortugas con veneno por encima.
No no no, eso está mal. No.
Una competición entre pueblos de Soria que intentan lanzar un galgo lo más lejos posible usando un cañón.
Umm…
Una raza de perros criados por los sherpas y usados en los rescates de alta montaña, los disparan contra montañas, contra roca viva.
Casi.
Un buque de ayuda humanitaria para Gaza que cañonea ganado vivo, que lanza andanadas de cabras y gallinas sobre los campos de refugiados.
Eso está mejor. Creo.

No, tampoco, no existe un contexto en el cual sea aceptable el lanzamiento de animales con cañones, me parece un acto injustificable. Someter a un animal a ese trauma solo puede ser calificado de maltrato animal; nunca un animal querrá ser metido en un cañón y disparado. Es imposible que un animal tome esa decisión.
Pobres animales que no se meten con nadie y se ve envueltos en nuestros juegos raros. Es probable que mueran, esto es una idea malísima y lo peor es que estoy seguro de que ya incluso podría ver ejemplos en youtube de lo mala idea que es. No voy a abrir youtube, tengo miedo de enfrentarme a mis propios monstruos.
Me siento mal por la posible muerte de esos animales de internet. Sé que no es culpa mía, que esos vídeos ya estaban ahí antes de que empezase a escribir.

Museum-Human-CannonballUna persona cañoneada no tiene nada de malo, no es algo negativo. Es un acto humano y como tal se justifica a si mismo sin necesidad de razones o fines concretos. Mientras que un animal disparado es algo antinatural y violento, un ser humano disparado es algo festivo y adecuado para un espectáculo infantil.
Tenemos libertad para ser disparados desde cañones, para aplaudir a gente disparada desde cañones y encumbrarles en la fama.

Ojo rojo.

Violencia como útil, como herramienta; violencia usada no para destruir o dañar sino como medio técnico para una idea. Joder, que la idea sea coger a otra persona y dispararla para tener un agujero seguro desde el que poder espiar a tus enemigos durante un tiroteo. Agujeros muy definidos por los que asomar el ojo mientras te mantienes a cubierto del fuego enemigo, agujeros en personas vivas.

Yo creo que eso pasa en la guerra, que está pasando ahora en África o Siria. No creo que sea una táctica militar, eso no se puede enseñar en las academias; si lo hiciesen los soldados se pasarían la guerra vigilándose los unos a los otros en lugar de matar al enemigo.
Es algo instintivo, una ocurrencia; un ‘¿Y si?’ que ha sucedido para cuando acabas de imaginarlo. Nadie se mete en un tiroteo guardando este as en la manga, no es algo que traigas planeado de casa.

Sencillamente pasa, esto pasa. Les pasa a policías bien entrenados que de pronto se encuentran pegando el ojo a ancianas ensangrentadas que les pegan bolsazos.
Joder, esto sucediendo en el medievo; arqueros lanzando flechas a bocajarro contra sus compañeros para después arrancarlas y mirar por el agujero, mirillas de carne seguras pero mucho más torpes que las contemporáneas.

Una vez que ha sucedido la vida vuelve a la normalidad, las heridas se tapan y los soldados siguen disparando en la dirección adecuada. No hay discusiones, no hay tiempo para tonterías en una guerra; el soldado agujereado no puede enfadarse con su compañero por hacer algo que él mismo hubiese hecho de habérsele ocurrido.
Todos cometemos errores, nos dejamos llevar por el miedo y actuamos sin pensar; es difícil enfadarte con alguien que ha hecho algo sin mala intención.

Una historia con dos finales felices.

Hoy presentamos una colaboración exclusiva de @DonMostrenco, autor del fantástico científico blog empollonintegrista.wordpress.com. ¡Que la disfrutéis!

Normalmente los casos de hipoxia durante el parto no son motivo de alegría, pero ésta fue una ocasión excepcional.

El bebé se llamaba Talavera Magán (sí, Talavera, ¿acaso no hay un Tennessee Williams?,¿o una Paris Hilton?), y debido a las complicaciones del parto nació con incapacidad para sentirdolor. Su problema neurológico podría llegar a asemejarse, incuso, a un superpoder. Como todo superpoder, tenía un lado oscuro que no tardó en manifestarse. Pero hablemos antes de Paco, el padre de la criatura, que le crió en solitario.

Paco era un calvo peinado con cortinilla, que pasaba el día entero en la taberna bebiendo chatos, fumando puros y contando chistes de suegras. De vez en cuando intentaba tocarle el culo a la camarera rumana; era su manera de demostrar aprecio. Su modus vivendi incluía una violenta devoción por el Atlético de Madrid, hasta el punto de que el resultado de un partido a menudo determinaba dónde pasaría la noche: en el puticlub más próximo o en la comisaría del barrio.

No obstante, no se dejen engañar por las apariencias, Paco no era ningún holgazán y sus horas en el bar no eran tiempo perdido. Cada chato, cada chiste soez, cada manotazo en la barra y cada alarido a la tele podían considerarse parte de su trabajo, pues su fuente de ingresos eran los derechos de imagen que recibía de varios ensayos feministas. En uno de ellos, titulado «Todos cerdos», incluso salía en portada. Paco era un hombre de éxito cuyo ejemplo nos demuestra una vez más que, haga uno lo que haga en la vida, hay que llevarlo hasta sus últimas consecuencias. La tibieza nunca llega lejos.

Un padre como Paco solamente conocía un método pedagógico, educar a hostia limpia. Pero aquí se planteaba un problema gnoseológico: si el chaval no sentía dolor, ¿de qué serviría arrearle? Decidió pues dejarle crecer, como dicen en mi tierra, a su puto albedrío. El chaval, como era de esperar, se convirtió en un cabronazo intratable: no estudiaba, se peleaba en el instituto y fuera de él, eructaba en la mesa…

Todo cambió cuando, una noche, el Atlético perdió ante el Celta de Vigo. Milagrosamente, Paco logró superar la distancia que separaba el bar de su casa sin ser detenido, a pesar de su estado de violencia y agitación. Al llegar a casa, su hijo le recibió con algunas impertinencias, y Paco se lió irreflexivamente a guantazos. De éste modo descubrió que, aunque no sentía dolor, a Talavera le horrorizaba el ruido de las hostias.

¡Al fin había encontrado una manera de educar a su vástago!. Los guantazos con la mano hueca en la base del cuello eran especialmente eficaces; hacen muchísimo ruido pero apenas duelen, aunque esto último Talavera no lo sabía. Y así, a base de éstos correctivos sonoros, Talavera se encarriló, volvió a estudiar, y llegó a ser un gran contable.

Ah, y el Atlético remontó en el partido de vuelta en Balaídos.

Demolición pasional.

Vayamos a Fort Worth en Texas; vayamos a una de casitas de las series americanas con su jardín rodeado de una valla de madera, un buzón en medio del césped y la bandera de las barras y estrellas ondeando alta en el jardín.
Vayamos a la casa en la se crió Mark David Chapman el asesino de John Lennon.
Vayamos corriendo porque están a punto de demolerla para construir un Starbucks, démonos prisa que si no nos perdemos el espectáculo.

La van a echar abajo con una de esas bolas de demolición que cuelgan de una grúa, no va a haber una rápida explosión que acabe con el edificio; no no, va a haber golpes, va a haber violencia. No traigáis a los niños eh, podrían tener pesadillas después, esta es una experiencia visceral.

El operario de la grúa está muy enfadado, está fuera de si, se está hinchando, está aumentando de tamaño de la puta ira que tiene dentro. Insulta muy fuerte a la casa mientras la golpea con la bola, insultos muy fuertes lanzados a un edificio. Se desgañita gritando rabioso llenando de babas la cabina; gritos muy locos, muestras de ira muy incoherentes ya.
Joder, que se arranque la ropa y se cubra de pintura blanca de arriba a abajo como si fuera un guerrero ancestral y se mee encima de pura furia mientras derriba la casa.

2013-11-05 13.19.34

Son Goku lo tendría difícil en una pelea contra esta grúa.

Joder, que la grúa pueda canalizar toda esta furia hasta la bola y añada fuerza al impacto; no mucha, quizá un kilo o dos, quizá menos pero algo llega y pega más fuerte. Que salgan rayos de energía de la puta grúa, rayos rojo sangre además.

La cosa es que a pesar de este prodigio el hombre (caucásico, 30 años, heterosexual, ateo) de la grúa me sigue resultando risible con toda su pantomima de amenazas y desnudos gratuitos. No impresionas a nadie, al edificio le da igual todo y John Lennon nunca te va a dar las gracias por esto porque está muerto; de hecho está muerto desde antes de que nacieras, no sé por qué lloras tanto payaso.