Pastas.

Pastas de té con forma de herramientas para la costura, pastas de té que parecen botones y madejas de hilo. Recetas muy precisas para conseguir recrear todos los elementos de un set de costura mediante técnicas de repostería que consiguen cualidades metálicas partiendo de la harina y la leche.

Agujas e imperdibles que se pueden comer pero también también pueden pinchar y matar. Repostería MUY peligrosa que no se puede guardar en cajas de galletas al alcance de los niños.

Joder, que las guarden en sacos, sacos de arpillera sucios y roídos llenos hasta arriba de galletas (de galletas que parecen herramientas de costura).

Galletas ahí dentro.

Familia feliz.

Una familia diferente, una familia verde, plantas de diferentes especies que no dejan que los prejuicios sociales ni la genética les digan cómo tienen que vivir sus vidas.

Por lo demás son una familia normal con sus discusiones a la hora de la cena, sus viajes de vacaciones en verano y sus reuniones de padres y madres de alumnos en el colegio.

           

Un parto (¿parto?) múltiple entre plantas, una semilla de la que salen tres macetas con plantas floridas, unas trillizas vegetales alegres y lozanas.

Joder, que no sean trillizas, que sean trillizos.
Tres plantas de sexo masculino con flores bien grandes.

Comunión.

Obligar a tu hijo a hacer la comunión vestido como un híbrido entre príncipe de Disney y militar fascista.

Burocracia.

Una iniciativa del gobierno para introducir a los niños el funcionamiento de la burocracia española y la importancia de valores como la cooperación y la responsabilidad.

Consiste en un tobogán MUY grande a lo largo del cual se alinean diferentes funcionarios que guían al niño en diferentes trámites mientras éste se desliza a toda velocidad hacia el final del tobogán.

Burócratas hablando MUY rápido intentando dar instrucciones administrativas muy complejas a niños muy pequeños que bajan a toda velocidad un tobogán.
Niños llorando esperando en la fila para subir al tobógán, padres muy tensos sin saber cómo explicarles a sus hijos a qué coño han venido al tobogán.

Calor.

Intenta palpar al bebé, pero acaba tocando teta, teta impresa en una pieza textil, pero teta al fin y al cabo. Lo maternal y lo sexual separados por una fina capa de lana.

La sábana.

¿Qué difícil es doblar las sábanas solo no? No tienes por donde cogerlas, las esquinas están muy separadas entre si; intentas doblarlas de pie pero siempre te quedan con arrugas. Nadie tiene los brazos lo suficientemente largos para abarcar tanta tela, por mucho que insistas no vas a llegar y lo más probable es que te provoques una lesión en el hombro de tanto estirarte.
Lo has intentado pero no hay truco posible, no puedes lanzar un latigazo al aire y con un golpe de muñeca doblar la sábana en un cuadrado perfecto. Todos tus años de kung-fu, tu cinturón negro y tus viajes a China no valen para nada cuando se trata de doblar sábanas. La foto de tu diploma de empleado del mes se ríe de ti mientras duermes sobre sábanas arrugadas.

Con el paso de los años diseñas una rutina torpe y complicada, un conjunto de movimientos para conseguir doblar tú solo las sábanas utilizando la puerta del armario, una silla con ruedas y el palo de una fregona vieja. Te ha costado mucho tiempo diseñar el método más eficiente para tener las sábanas bien dobladitas sin la ayuda de nadie. Pero ahí las tienes. Bien jugado.

Esa vida. Estar tan solo como para hacer eso. Muchas horas desperdiciadas en pensar cómo doblar las sábanas en lugar de vivir la vida y encontrar a alguien que las doble contigo.

El futuro.

Futbolín moderno, futbolín de la tolerancia; diferentes formas de pensamiento coexistiendo en un mismo campo de juego disfrutando del deporte sin discriminar por sexo o raza.

Libertad de pensamiento en un futbolín, pluralidad de opiniones, razas e ideologías unidas por una barra de metal grueso que controla un individuo gigante y alcoholizado.

Maltrato.

Una vez más STOP MALTRATO ANIMAL.

No hay excusa para tratar así a un animal, sobre todo a un animal tan majo.

Deporte

Aderezar el ping-pong para hacerlo un deporte y que deje de parecer un pasatiempo para veteranos de guerra con problemas cognitivos y ciudadanos de potencias de extremo oriente; convertir el ping-pong en un espectáculo que pueda competir con Justin Bieber y la televisión por cable.

Reglas de la calle en un deporte de interior, reglas oscuras que incluyen castigos físicos y animan al juego sucio; sangre salpicando la mesa, pelotas de cuero muy tenso y palas de acero inoxidable.

Jugar al tenis de mesa con tu hijo primogénito sobre la mesa, torneos muy duros en los que no compites por una medalla si no por salvar a tu familia.

Almuerzo.

Preparar un bocadillo para las niñas porque hoy tienen excursión en el colegio y envolverlo con aluminio. Una envoltura perfecta y sólida conseguida con un baño de aluminio fundido; tener en la cocina una piscina de aluminio fundido y unas pinzas de acero para poder sumergir los bocadillos.
Técnicas de la industria del metal usadas en una cocina familiar, minerales en estado puro, combustibles pesados y gases letales usados para preservar una comida destinada a ser consumida dentro de unas pocas horas.

Toda esta dedicación es un claro caso de sobreprotección y no puede traer nada bueno. El bocadillo podría durar mil años dentro de su caparazón metálico pero tus hijas son incapaces de abrirlo y sus compañeras del colegio se burlan de ellas y las llaman «las del bocata de metal», las profesoras ya han cogido la costumbre de llevar un bocadillo de casa para dárselo y que no pasen hambre.
También han denunciado el caso a los servicios sociales pero el caso ha sido desestimado porque envolver la comida con metal sólido no está tipificado como una forma de maltrato infantil.

Joder, envolver un sandwich, lanzar aluminio en estado líquido a una frágil estructura de pan de molde industrial; no sobre un sólido bocadillo con corteza resistente e impermeable.