El gran éxito de la libertad sexual del siglo XXI vendrá con el sexo con plantas, el sexo con árboles, frutas, arbustos y prados de hierba. Frotes íntimos con ramas y hojas en total armonía con la naturaleza. Sexo libre y verde.
Imposible, el ser humano todo lo ensucia cuando lo toca; el sexo con plantas acabaría degenerando en una competición social por ver quién se folla a más especies distintas, especies raras de ecosistemas amenazados en países del tercer mundo sumidos en una guerra civil. Eso es lo que trae la libertad sexual, prostitución, turismo sexual, explotación vegetal.
Mi cactus es más grande que el tuyo.
Hombres maduros compitiendo por cual de los dos se ha metido por el culo un cactus más grande, hombres con botas militares y calzoncillos ajustados discutiendo en sótanos oscuros en la madrugada. Eso es el siglo XXI.
LA COSA GRIS 