Usar el DNI como aderezo para darle un toque personal a tus platos, creer que tu DNI puede darle mejor sabor a la comida que el DNI de tu vecino. Como si sel DNI no fuera un trozo de plástico, como si reflejara de alguna forma tu personalidad, tus miedos, tus esperanzas. Crear además que eso (tú) puedo mejorar el sabor de la comida, que esa forma disimulada de canibalismo puede ser una avance en la cocina.
¿Sabéis cuando os caduca el DNI y vais a comisaría para renovarlo y entonces la funcionaria bruja que os atiende os dice aquello de que tiene que destruir el DNI?
Este trámite burocrático (renovar el DNI) se transforma en una extraña lucha entre la vida y el DNI caducado, parece que su destrucción es más importante que el propio DNI nuevo. La palabra DESTRUCCIÓN en boca de la funcionaria, una palabra propia de personajes de comic.
Que lo destruyan con calor, que lo fundan; pero sin fuego eh. Que usen una máquina rara para calentar el DNI y fundirlo.
Joder, que destruyan el DNI con el secador de manos del baño.
LA COSA GRIS 