Ojo rojo.

Violencia como útil, como herramienta; violencia usada no para destruir o dañar sino como medio técnico para una idea. Joder, que la idea sea coger a otra persona y dispararla para tener un agujero seguro desde el que poder espiar a tus enemigos durante un tiroteo. Agujeros muy definidos por los que asomar el ojo mientras te mantienes a cubierto del fuego enemigo, agujeros en personas vivas.

Yo creo que eso pasa en la guerra, que está pasando ahora en África o Siria. No creo que sea una táctica militar, eso no se puede enseñar en las academias; si lo hiciesen los soldados se pasarían la guerra vigilándose los unos a los otros en lugar de matar al enemigo.
Es algo instintivo, una ocurrencia; un ‘¿Y si?’ que ha sucedido para cuando acabas de imaginarlo. Nadie se mete en un tiroteo guardando este as en la manga, no es algo que traigas planeado de casa.

Sencillamente pasa, esto pasa. Les pasa a policías bien entrenados que de pronto se encuentran pegando el ojo a ancianas ensangrentadas que les pegan bolsazos.
Joder, esto sucediendo en el medievo; arqueros lanzando flechas a bocajarro contra sus compañeros para después arrancarlas y mirar por el agujero, mirillas de carne seguras pero mucho más torpes que las contemporáneas.

Una vez que ha sucedido la vida vuelve a la normalidad, las heridas se tapan y los soldados siguen disparando en la dirección adecuada. No hay discusiones, no hay tiempo para tonterías en una guerra; el soldado agujereado no puede enfadarse con su compañero por hacer algo que él mismo hubiese hecho de habérsele ocurrido.
Todos cometemos errores, nos dejamos llevar por el miedo y actuamos sin pensar; es difícil enfadarte con alguien que ha hecho algo sin mala intención.